El Carrasco, construyo estrategias de comunicación efectivas para que tu empresa enamore a clientes y medios de comunicación_
Adoro las empresas tradicionales, los negocios de toda la vida. Aunque ahora parece que todo es digital, hay miles de personas que cada día abren una persiana, preparan un mostrador, un escaparate o un portalón. Y es un reto construir una estrategia de comunicación, un evento, acción o definir su personalidad (radicalmente, en el buen sentido, siempre) para que enamoren y sigan funcionando de manera saludable y generando riqueza y felicidad_
Imaginemos un taller mecánico de los de toda la vida. Mono azul los trabajadores, publicidad de amortiguadores en las paredes, olor a aceite y gasolina y manos manchadas de grasa. El hijo del dueño, también trabajador, me contactó para ver si podíamos preparar alguna acción que ayudara a poner en el mapa el negocio familiar. Las grandes cadenas de talleres estaban ganando terreno y los pequeños no podían competir con precios, ubicaciones y tecnología_
Este taller, que está en Huelva, nació en el año 1987 especializado únicamente en neumáticos y a los pocos años añadió reparación de motor y leves retoques de pintura. El tiempo se había detenido en su interior y verdaderamente estaban especializados en modelos de los ‘80 y ’90, de esos a los que los nuevos talleres no sabían cómo encontrar piezas, repuestos y a los que no les podían conectar un sensor que hiciera un diagnóstico electrónico_
Una opción era proponer una puesta al día, incorporar tecnología y competir con los grandes. Lo que decidimos, obviamente, fue todo lo contrario. Su esencia no se tocaría. Y para que toda la ciudad supiera que existía un lugar así, y para encontrar nuevos clientes, planteamos una búsqueda_
Sí, una búsqueda por toda Huelva: el vehículo en funcionamiento con la matrícula más antigua de la ciudad. Queríamos ser radicalmente íntegros, y si el taller era un clásico, buscaríamos el clásico más destacable_
Montamos la campaña de comunicación y los medios locales de la capital onubense se implicaron. En la nota de prensa ya pedíamos que tuviera, como mínimo, tantos años como el taller, y se daba un mail para que los candidatos compartieran el año de matriculación y matrícula original y así poder convocar al propietario para darle su premio: un año de mano de obra gratis en la reparación y mantenimiento del vehículo_
El taller ganó en reputación, repercusión, generó atención y lo hizo siendo radicalmente él mismo, sin cambiar ni una coma de su historia ni pretensiones. El ganador fue un SEAT 600 en circulación desde el año 1970, y la fotografía del coche y su dueño delante del taller apareció por todas partes_
Espero que sirva este ejemplo para que las pymes “de persiana, escaparate o mostrador” se atrevan a decirle al mundo “quiero que me veas”. No va de facturación ni de tecnología, porque nunca ha ido de eso. Va de ideas, voluntad y no sentirse menos que nadie_
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